Este proyecto de 164m2 se encuentra en la localidad de Astillero, Cantabria.
El proyecto se aprovecha de la forma irregular de una anterior sucursal bancaria, para albergar los usos de oficina de farmacia con sección de óptica, audiología y servicio de nutrición.
Los amplios ventanales existentes se mantienen, permitiendo acomodar todo el espacio de venta a un contacto directo con el exterior, favoreciendo una mayor entrada de luz natural. Los principales programas de farmacia y óptica, se diferencian en el interior a través del cambio de pavimento e incorporación de distintos accesos, mejorando así la circulación interior.
La Cantábrica busca huir del concepto tradicional de farmacia a través de la materialidad. Esto permite generar un ambiente cálido y de confort, una de las principales premisas del proyecto al estar presente en un ambiente industrializado.
El espacio de venta, presenta un techo suspendido de lamas de madera, así como distintas hornacinas con superficie de exposición. Este se complementa con distintos módulos de mobiliario, diseñados a medida para satisfacer las necesidades del programa.
Asimismo, las puertas que dan acceso a los distintos gabinetes de óptica, audiología y nutrición, están enrasadas, generando una continuidad en todo el espacio principal de venta. Las paredes, revestidas de mortero de arcilla, se aplican también en el interior de los gabinetes, estando por tanto en consonancia todo el proyecto.
El proyecto apuesta además por la tecnología, incorporando un robot de dispensación de medicamentos que se convierte en el eje de zonificación de todo el programa.